miércoles, 7 de noviembre de 2018

Otoño, época de barbos.

Ya estamos en pleno otoño, una de mis épocas favoritas  para la pesca de nuestra modalidad. Las hojas se empiezan a caer, los colores, las noches largas, el frío...

Es una época donde me gusta empezar a tentar a los grandes barbos, un pez que se alimenta principalmente en el fondo, donde busca alimentos con su hocico entre las piedras. Por su naturaleza depredadora son mas activos durante la noche, por lo cual es el mejor momento para su captura, junto con el amanecer y el atardecer.


Es un pez mas asustadizo que la carpa, aunque a veces se hagan capturas en cebaderos, normalmente las picadas se obtienen en zonas alejadas de ellos, o en horas de poca actividad de las carpas. Parece ser que no les gusta el jaleo de los cebaderos y de los otros peces buscando alimentos.

Los mejores días para tentar los barbos son los días lluviosos, o muy nublados con grandes vientos, y
justo después de unas buena tormenta.

No es que sea un pez de invierno, si no que al llegar el frío, la carpa baja su actividad, y al no estar molestos por los cardumenes de jóvenes carpas comiendo, se ven mucho mas confiados para entrar a nuestras posturas.



Ahora en otoño podremos localizarlos en las colas de los embalses y en las grandes reculas que tengan al menos 4 o 6 metros de profundidad, con fondos duros y pedregosos.

En los ríos las mejores zonas son el centro del río, casi en la caja, que no tengan demasiada corriente, o en las zonas limítrofes a esta, donde la corriente sea menor.



No hay un cebo único al que entren los barbos, ya que hay muchas especies en nuestras aguas y comparten sus hábitos alimenticios.

Uno de los cebos que mas se utilizan es la ova. Aunque no se puede montar sobre el hair, se pueden hacer boilies e incluso un bait mesh. Los demás cebos, tanto boilies, como cangrejo, queso y lombrices, también son aceptados por las carpas.


Lo ideal para pescarlos sería no hacer un cebado excesivo, y solamente algo concentrado en las zonas que creamos convenientes con pienso de trucha o pellets, y algo de cañamón que también les encanta, así como boilies troceados con los que vayamos a pescar.

Hay tantas posibilidades....hígado de pollo, pescado triturado, pienso de trucha, cangrejo molido o sus colas, cañamón....la decisión es tuya.


El barbo a veces rehuye de los boilies, es un animal omnívoro, que come muy natural, al estar en constante movimiento y no mantenerse en el mismo sitio durante largos periodos de tiempo,  es mas complicado acostumbrarlos a ellos.

Aunque con un poco de paciencia todos acaban identificándolo como un alimento más que añadir a su dieta. En ese caso utilizaremos boilies de pescado, de krill o hígado, sin desmerecer en algunas épocas los boilies dulces.



Si tenemos la suerte de localizarlos y atraerlos a nuestra zona de pesca, tendremos unos de los días mas inolvidables de nuestras vidas y siempre nos quedará el recuerdo de sus arrancadas míticas, su lucha y su fuerza. Un pez magnifico del que podemos disfrutar en nuestro país.


Que tengáis suerte y disfrutéis de sus picadas. Un saludo.









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